Periodismo Comunitario
No somos una isla ni en la tierra ni en el mar. Somos parte geográfica del planeta y miembros de una grande, diversa y asimétrica gran comunidad que se llama sociedad humana.
Los venezolanos nacidos en esta tierra del norte de América del Sur pertenecemos al Hemisferio Occidental. Hablamos y profesamos la lengua, y la religión, que nos trajo el invasor europeo. Pero también compartimos creencias animistas, costumbres, cosmovisión que producen la mezcla, el mestizaje entre lo que se desarrolla como autóctono y lo que nos legó Europa, primero y África, después con el arribo de los barcos negreros a nuestras playas, cargados de gente arrancada de su tierra para servir de esclavos en las plantaciones de los ocupantes europeos, llámense ingleses, portugueses, holandés, franceses o españoles, que se adueñaron de América, desde el Estrecho de Bering, hasta el Cabo de Hornos.
Con el europeo llegó también y se desarrollo el periódico y el periodismo como oficio, pero como no somos extraterrestres y si, parte de ese todo que se llama Humanidad, hay que buscar los orígenes de lo que somos en las profundidades de la noche de los tiempos y en ese sentido, la comunicación es parte del ser humano.
LOS ORIGENES
Según el naturalista inglés Charles Darwin, el hombre desciende de un tipo de mono antropoide. Si aceptamos esa teoría, que es la más generalizada en Occidente. Este ser antropoide comenzó su evolución en el momento que bajó de la mata, tomó el palo y la piedra como herramientas fundamentales para defenderse de un ambiente hostil y sobre todo, comer, sobre vivir.
La piedra y el palo fueron la extensión de sus brazos y piernas para alcanzar la pieza deseada y alimentarse o la fruta muy alta de los árboles,
Desde el comienzo, el hombre fue un ser social y como ser social se refugió en la caverna y se valió también de la piedra y el palo para defenderse y desalojar a las bestias y marcar su territorio.
Como ser social, el hombre emitió el grito inarticulado que fue su primera manifestación de lenguaje. Con ese grito creó su primera credencial de identidad, Pulió la piedra y desarrollo utensilios, curó y afiló el palo y desarrolló un arma resistente que devino lanza y a medida que modificaba las cosas para su provecho, el de la horda, semilla de las primeras comunidades, fue desarrollando el cerebro y marcando distancia con el resto de los animales.
Vio el fuego y lo atrapó en la hoguera. Finalmente lo produjo, frotando el pedernal o trozos de madera seca y emprendió así una GRAN REVOLUCIÓN, por ser el fuego un gran punto de arranque de la evolución hacia el Clan. Siguió el hombre caminando y creo el arco y la flecha que fue otra gran revolución en la evolución.
Como no entendía el porque de la tormenta, el río, el trueno y otras manifestaciones de la naturaleza, se desarrolló en él un mundo dual, el de su cotidianidad y el de lo inexplicable. Con el segundo alimentó la idea de los más allá, creo los dioses y los adoró para que les fueran benévolos, justicieros o crueles, según los intereses de que se tratara; los primeros para traer la lluvia y otras acciones benefactoras y los segundos para actuar contra grupos rivales. Nació el TOTEN y el Clan (Clantotémico), la forma de organización social que precedió a la tribu.
El hombre domesticó animales, combinó la caza, la pesca y su actividad recolectora de frutos y semillas con la agricultura. Se hizo sedentario para crecer y este es un estadio fundamental de su evolución, que tuvo hitos decisivos en el dominio de los metales, primero el hierro y después la aleación de cobre y estaño que parió el bronce.
Pero ¿Pudo el hombre llegar a ese estado de evolución sin una herramienta de comunicación? Evidentemente que no. Allí es donde interviene el lenguaje, acompañando a la señal de humo y el golpe de tambores con los que el hombre socializa, se une en grupos con intereses comunes, marca territorios, sale de la cueva y construye la casa, crea la aldea con un grupo de casas, agrupa varias aldeas y forma la ciudad; junta varias ciudades en un territorio extenso y nace el reino, la monarquía, que compite y guerrea con otras por espacio, mano de obra y recursos minerales, entre otros y nacen los imperios.
Esta carrera del hombre no fue posible sin el lenguaje, sin la articulación y diferenciación de los diversos sonidos, que produjeron lenguas y dialectos. No fue posible ni será posible en lo sucesivo sin la invención de la escritura, que significó el nacimiento de la Historia, tres mil años antes de Cristo con la invención por los fenicios de la escritura cuneiforme (en forma de cuña) con la cual aquella sociedad del oriente medio comenzó a registrar su cotidianidad, la vida de sus reyes, religiones y leyes.
Junto con el lenguaje, la escritura es la más poderosa arma de comunicación que haya desarrollado el hombre jamás.
La comunicación, en resumen, fue grito inarticulado, señal de humo, golpe de tambor, lenguaje y escritura. También lo fueron las pinturas parietales del hombre de las cavernas (Las cuevas de Altamira son un buen ejemplo) donde junto con el bisonte, el ciervo, el arco y la flecha, la cacería representada en esas pinturas, está la mano del hombre impresa en aquella manifestación de arte, en la pared de la cueva como diciendo: “soy el hombre, el dueño, existo y trasciendo”
DE EGIPTO, MESOPOTAMIA, GRECIA Y CHINA HASTA ROMA
En el antiguo Egipto se inventó el papiro, un material elaborado a partir de fibras de cañas que nacen abundantes en las riberas del gran Río Nilo. Fue el antecedente histórico del papel, que los escribas egipcios combinaron con tablillas de arcilla cocida. Sobre rollos de papiro escribieron su historia, la historia oficial de faraones y sacerdotes y utilizaron la escritura jeroglífica (de símbolos y figuras) a través de la cual conocemos la historia de esa civilización del norte de África, gracias al francés CHAMPOLION, que tradujo los papiros, tras descubrir en Egipto, la piedra roseta, escrita en griego antiguo. Con la comparación de ambas escrituras, Occidente supo todo lo indispensable de esa cultura y su historia. Pero ese hallazgo de Champolion se produjo , por el hecho de que Alejandro Magno conquistó Egipto e instauró allí la Dinastía de los tolomeos, de estirpe greco-macedonia de la cual Cleopatra fue su última reina.
Las civilizaciones que florecieron alrededor de los ríos Éufrates y Tigris y los antiguos persas tuvieron también en la escritura su gran canal de comunicación con su tiempo y sociedades y con la posteridad. En Grecia y en el llamado mundo heleno bajo su influencia y cultura, la oratoria fue una gran vía de comunicación y en particular el empleo de la figura del HERALDO, un personaje que leía mensajes escritos del poder a los ciudadanos. Cuando un rey de una ciudad-estado quería comunicar algo a una ciudad vasalla distante, enviaba un heraldo con un manuscrito.
De la vieja China se supo mucho después gracias a las versiones del viajero veneciano Marco Polo (1254-1324) quien pasó 16 años en esa tierra del lejano oriente. Por él supimos que los chinos inventaron la pólvora, el papel, un rudimento de imprenta y el empleo de la xilografía (grabados de textos en madera para ser calcados o reproducidos en papel) ; en Roma se sabe de un sello con el que se imprimían en arcilla textos muy cortos. También en Roma, Occidente se atribuye la creación del primer periódico. No era más que una hoja llamada Acta Diaria , que era colgada en la pared exterior del coliseo y con la cual, el emperador Julio César comunicaba lo que le interesaba que supiesen sus súbditos. Sabemos la historia que nos comunica Occidente, pero ignoramos que ocurrió en otras civilizaciones más antiguas, dentro de lo que se pudiera llamar antecedente de un periódico. Hay otras referencias como la Gazetta, que posteriormente circulo en Venecia, pero se parecía más a un registro de las operaciones mercantiles de esa poderosa ciudad con el resto del mundo.
El gran salto en la impresión que revolucionó la comunicación escrita fue la invención en 1440, de la imprenta de tipos móviles por el alemán Gutenberg y la Biblia fue el primer libro que salió de ella. Aconteció en los siglos XV y XVI con el Renacimiento el asomo de los primeros atisbos de una comunicación de masas, que dará un salto definitivo con la Revolución Francesa, cuyo hito cronológico es la Toma de la prisión de La Bastilla, el 14 de julio de 1789, que marca el principio del fin del feudalismo y el nacimiento del Capitalismo con el ascenso de la burguesía al poder.
Volviendo a la imprenta de Gutenberg, en el campo de las comunicaciones, esta desbrozó de alguna manera el camino hacia la comunicación escrita de forma masiva que se ampliaría con el Renacimiento y daría un salto decisivo, tras la Revolución Francesa y la emancipación política de las colonias americanas, que culmina en las primeras tres décadas del Siglo XIX, aunque mucho después se sellaría la independencia mediatizada de Cuba y la anexión de Puerto Rico, bajo el eufemismo de Estado Libre Asociado.
LOS PRIMEROS PERIODICOS
A las hojas sueltas que circularon de manera desarticulada en algunos países europeos en el Siglo XV le sucedieron los primeros periódicos: Nurenberg Zeitung (1457), en Alemania; Frankfurten Journal (Alemania, 1615); Gaceta del viernes (1609) en Amsterdam (Holanda) Gazetta Pública (Italia 1640); Gaceta Semanal (Barcelona, España, 1641); el Post-och Inrikes Tidningar,(1645) en Suecia, que todavía se edita en ese país del norte europeo ; La Gaceta (1661, Madrid); Stanford Mercury (1695, en Inglaterra).
De este lado del mundo, en América de habla hispana, mencionamos entre otros a la Gaceta de México y Noticias de España (1722); Gaceta de Guatemala (1729); Gaceta de Lima (1743), Gaceta de Buenos Aires (1764); Papel Periódico, en Santa Fe de Bogotá ( 1791) y la Gaceta de Caracas (1806).
En Venezuela durante la lucha emancipadora y después se puede y debe mencionarse algunas publicaciones como el Semanario de Caracas; El publicista de Venezuela, El Patriota de Venezuela, Mercurio venezolano; Correo del Orinoco (fundado por Bolívar en 1818, en Angostura, Guayana)
El Liberal (1836); Gaceta oficial de Venezuela (1872), que se publica hasta hoy y La Religión (1890), editado por la Iglesia católica, que es el hito que marca un antes y un después en la prensa venezolana.
Pero es afines del Siglo XIX y principios del XX cuando realmente se puede hablar de prensa escrita, en términos masivos. Estados Unidos de América del Norte marca la pauta. La gran potencia naciente como líder del capitalismo mundial necesita expresarse y aparecen allí las grandes empresas periodísticas con una fuerza y un poder avasallante y de influencia en la opinión pública como difusores y hacedores de opinión en función de los factores de poder. Hablamos de diarios de gran tiraje como el New York Time, Washington Post, Los Ángeles Time; cadenas de revistas, hasta, ya avanzada la pasada centuria las grandes cadenas de radio y televisión y las agencias noticiosas internacionales, que nacieron en las postrimerías del siglo XIX y hoy son poderosos emporios de la información como la AP, UPI. En el resto del mundo occidental capitalista descuellan los imperios mediáticos de Italia, del señor Berlusconi, actual Primer Ministro de ese país y los poderosos diarios que dominan el espectro noticioso en Francia, Gran Bretaña. Alemania, España y el resto de Europa.
En el pasado fue célebre la llamada batalla periodística., que protagonizaron entre 1895 y 1898, el New York Journal, del magnate William Randolph Hearst y el New York World, de George Pulitzer. El tema era cual de los dos era más sensacionalista (amarillista) para captar lectores y publicidad. Un ejemplo ilustrativo para todos los que participan en este taller, es la película El ciudadano Kent, que es un clásico del cine mundial.
Después de este rápido viaje podemos comprender un poco, solo un poco la importancia de una modalidad relativamente nueva que se llama PERIODISMO COMUNITARIO, una categoría que en modo alguno es privilegio del llamado Tercer Mundo, ni invención marxista. Existe profusamente en Canadá; en legal en Estados Unidos, solo que usted debe disponer de cien mil dólares para iniciar su empresa, concretamente en radio comunitaria. En América Latina , el periodismo comunitario respira con nebulizador y hay buenos ejemplos de praxis de esta modalidad en Colombia, Argentina, Brasil y en algunos países africanos. La categoría periodismo comunitario es una tela amplia para cortar en muchas direcciones y, para cerrar, un intento de definición:
El periodismo comunitario es el ejercicio del periodismo en función de los intereses de la comunidad, no niega al periodismo tradicional, que está en la categoría de la Libertad de Prensa (libertad de empresa periodística); su norte es la participación de la gente, conducida por personas con ética, que deben utilizar las herramientas académicas y técnica de los grandes periódicos. En el caben todos los géneros, desde la noticia, hasta la crónica y el reportaje. El protagonista es el hombre que trabaja en la fábrica, la oficina y el campo, el dirigente vecinal, el barrio y su vida; el hueco de la calle, la reparación de la escuela, todo lo que beneficie a una comunidad, allí donde están los héroes anónimos de lo cotidiano.
Oscar Perdomo Marín
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